Este elemento no es muy conocido dentro del sector y en cambio cuando los condicionantes de la vivienda lo permiten introduce luz natural a los espacios interiores, aportando una sensación de bienestar que mejora nuestra actitud y favorece el optimismo.
Se trata de un tragaluz tubular con doble acristalamiento y cámara anticondensaciones, mediante el que se consigue aumentar al doble la aportación de luz natural que se consigue con una claraboya convencional, además de poder salvar distancias considerables entre el punto de entrada y el de salida de la luz natural.
Consiste en un sistema de reflectores solares que son capaces de introducir la luz natural redireccionándola hacia el interior de las viviendas. Es un sistema estático que no requiere de motores ni mantenimiento, y por lo tanto, no tiene consumo de energía.
Aprovecha el momento de hacer la reforma integral de tu vivienda para estudiar las posibilidades de incorporar este elemento.