Saltar al contenido

Preguntas frecuentes sobre reformas - FAQ

Se le llama reforma integral cuando se tienen que hacer obras en toda la vivienda u obras completas de cocinas y/o baños.
Por ejemplo, existe la reforma integral de una vivienda o un piso, que es un tipo de reforma integral que podría consistir en hacer las instalaciones, el suelo, las puertas, la pintura, baño y cocina, etc. Es una actuación en toda la vivienda en mayor o menor medida.
Luego están las reformas integrales de la cocina o el baño, donde se reforman totalmente dichas estancias. Pueden estar incluidos o no las ventanas o balconeras que dan al exterior.

Depende del alcance de los trabajos a realizar: una reforma integral de una vivienda tipo de entre 60-90 m2 puede durar entre 2,5 a 3,5 meses.
Una reforma integral de un baño puede durar una semana o diez días como mucho, mientras que la reforma integral de una cocina puede estar entre 20-40 días. Depende mucho de que se tengan las cosas claras y los suministros de materiales “controlados”.

Cada empresa tiene establecida una forma de pago, pero siempre se puede negociar. Hay que tener en cuenta los hitos de la obra que se pueden establecer por consenso entre las dos partes (inicio, mitad, final, etc.) para que los pagos se adecúen a esos hitos, teniendo en cuenta que muchas veces hay que pedir el material con la suficiente antelación para que te llegue en el momento adecuado. Los materiales o equipos a colocar en una obra han de ir llegando en función del planning que se haya hecho.

La reforma integral de un edificio puede contemplar muchos tipos de trabajos. Si es una comunidad de propietarios ya constituida, puede ser la adecuación a la nueva normativa de la instalación eléctrica comunitaria y/o la rehabilitación de las fachadas, cubiertas, escalera, instalación de ascensor, etc. En la actualidad, lo más usual es rehabilitar las fachadas y cubiertas para hacer los edificios más eficientes energéticamente.
Si es un inversor, seguramente, representará actuar sobre todos los pisos del edificio para reformarlos y venderlos o alquilarlos.

En primer lugar, lo ideal es pensar en las nuevas necesidades de la unidad familiar y plasmar los nuevos espacios en un plano, ya sea con la supervisión de un técnico o con el servicio técnico propio de la empresa de reformas.
En segundo lugar, y no menos importante, es trabajar los acabados que se quieren, con la participación de un técnico o con el servicio técnico propio de la empresa de reformas. De hecho, una reforma empieza antes de que empiecen los trabajos en obra. Este trabajo previo agiliza el rimo de obra y asegura el cumplimiento de los plazos de entrega.

  1. Tener las ideas más o menos claras y acabarlas de asegurar, si es necesario, con la futura empresa de reformas.
  2. Escoger los materiales y equipos que se quieren colocar, o por lo menos, tener una idea.
  3. Elegir una buena empresa de reformas que ofrezca un servicio integral de proyecto, interiorismo y obra. (No es lo mismo que un proyectista y/o un interiorista os proponga una empresa para realice los trabajos, porque estos suelen comisionar, y no hay un responsable claro que se haga cargo de la garantía de la obra). Leer las reseñas por internet que se noten naturales y espontáneas

Depende del alcance de los trabajos a realizar: una reforma integral de una vivienda tipo de entre 60-90 m2 puede durar entre 2,5 a 3,5 meses.
Una reforma integral de un baño puede durar una semana o diez días como mucho, mientras que la reforma integral de una cocina puede estar entre 20-40 días. Depende mucho de que se tengan las cosas claras y los suministros de materiales “controlados”.

Eso depende de cada persona. De todas maneras, lo más usual, es empezar con tiempo suficiente para tener la obra acabada en verano (antes de las vacaciones) o antes de las fiestas navideñas. Por ejemplo, durante el mes de febrero-marzo en una buena época para iniciar una reforma, o pasadas las vacaciones de verano.
También hay muchas obras que se programan durante las vacaciones estivales.

Una reforma integral de un baño puede durar una semana o diez días como mucho, mientras que la reforma integral de una cocina puede estar entre 20-40 días. Depende mucho de que se tengan las cosas claras y los suministros de materiales “controlados”.

Como es lógico, aquellas zonas que son más utilizadas como son la cocina y el baño. Actualmente, la tendencia es sobre todo a “abrir” las cocinas al salón-comedor.

Las reformas tributan al tipo reducido del 10%:

  • Cuando el destinatario es una persona física y utiliza la vivienda para uso particular.
  • Cuando la vivienda tenga al menos 2 años de antigüedad
  • Que la persona que realice las obras no aporte materiales para su ejecución, o en el caso de que los aporte, su coste no exceda del 40% de la base imponible de la operación.

Sin duda reformar, porque el valor del suelo ya lo tienes en propiedad y resulta más económico. Si construyes, necesitas hacerlo sobre un suelo que tiene un coste añadido.

Hay muchos tipos de reformas. Las mejoras, que son intervenciones puntuales que “mejoran” el estado de la vivienda o la adecuación de la vivienda al usuario. (por ejemplo: cambiar de bañera a plato de ducha)
Las actuaciones puntuales o trabajos de manitas, que son reparaciones, bricolaje o pequeñas actuaciones que se pueden realizar en una vivienda.
Las sustituciones de electrodomésticos, sanitarios u otros equipos que forman parte de la vivienda.
Las reformas integrales de la vivienda, piso, cocina o baño donde se actúa de manera total o casi total.

Hay dos opciones:

  1. Contratar un técnico especializado en construcción para que realice el libro de mantenimiento del edificio y su posterior seguimiento (Tècnic de capçalera), en comunidades que no lo tengan
  2. Contratar una empresa de “facility management” para que se encargue de los trabajos periódicos de mantenimiento de todo el edificio y de sus instalaciones
    Sin duda un buen mantenimiento incrementa la “durabilidad” de las cosas.

La reforma total consiste en tirar abajo todos los tabiques de una vivienda, hacer una redistribución de los espacios y luego sus instalaciones, pavimentos, revestimientos, puertas, ventanas, y cocina, y baños completamente renovados.

Para una reforma integral de vivienda tipo:
• Derribos
• Arrancada de revestimientos
• Repicados de mortero, pinturas, papel, etc.
• Arrancada de las viejas instalaciones
• Hacer la nueva tabiquería
• Marcar las rozas o regats para instalaciones
• Pasar los cables y tuberías de las instalaciones por las rozas o regatas
• Tapar las rozas o regats
• Colocar cajetines
• Hacer revocos, enyesados, alisados, etc.
• Colocar el platos de ducha
• Hacer los alicatados
• Hacer los falsos techos
• Colocar los pavimentos
• Colocar los sanitarios y muebles de baño
• Colocar la mampara del baño/ducha
• Montar los módulos base de la cocina
• Colocar las puertas
• Colocar mecanismos eléctricos, grifos, etc…
• Colocar la encimera de la cocina
• Instalar los electrodomésticos
• Puesta en marcha de las máquinas y equipos, y comprobación de griferías y desagües
• Colocar iluminación
• Pinturas y repasos de pintura

Lo mejor es “fondear” de pintura las paredes y techos. Es decir dar una primera mano de pintura, luego colocar el suelo y protegerlo, y finalmente dar segundas y terceras manos de pintura.

En primer lugar, lo ideal es pensar en las nuevas necesidades de la unidad familiar y plasmar los nuevos espacios en un plano, ya sea con la supervisión de un técnico o con el servicio técnico propio de la empresa de reformas.
En segundo lugar, y no menos importante, es trabajar los acabados que se quieren, con la participación de un técnico o con el servicio técnico propio de la empresa de reformas. De hecho, una reforma empieza antes de que empiecen los trabajos en obra. Este trabajo previo agiliza el rimo de obra y asegura el cumplimiento de los plazos de entrega.

Los planos, la memoria de calidades, el estado de mediciones, el presupuesto de la obra y un calendario de trabajo. Esto se puede encargar a un técnico cualificado o hacerlo la misma empresa de reformas

Si es una obra nueva, hay que buscar un arquitecto para redactar el proyecto básico y de ejecución de la obra, y un arquitecto técnico. Esta documentación se presenta al ayuntamiento para conseguir la licencia de obras y, cuando se obtiene y se pagan las tasas e impuestos de construcción, ya se pueden empezar las obras.
Cuando es una reforma de una vivienda donde no se modifica ni la distribución ni la estructura ni la fachada, se puede realizar la obra en Barcelona con un “Assabentat” de obra que no tiene ningún coste.
En los otros supuestos, hay que realizar un proyecto, presentarlo al ayuntamiento y esperar a que te den la licencia de obras, previo pago de tasas e impuesto de construcción