Las cocinas son unas estancias que cada vez más se están abriendo al salón-comedor para facilitar la socialización y la vigilancia de los más pequeños de la casa. Una cocina ha de respetar las 3 zonas principales: la zona de cocción, la zona de lavado y la zona de frigorífico, junto con la mayor superficie posible de zona de trabajo.
La cocina se debe poder limpiar de manera fácil y sin trabas, intentando evitar los tiradores o pomos. La encimera y el frontal de la cocina son elementos importantes que debe cumplir con 2 requisitos: belleza y funcionalidad para que aguanten bien la temperatura, los productos de limpieza y los ácidos y las grasas más usuales en la cocina.
El mobiliario de cocina debe permitir almacenar todo aquello que sea necesario y con el mayor orden posible. Para ello se debe aprovechar al máximo el volumen de almacenaje utilizando módulos bajos de 80 cm y módulos altos de 90 cm con sistemas de apertura por brazos telescópicos o pistones.
Existe la posibilidad de colocar cajones, dentro de otros cajones para utilizarlos como cuberteros, esponjeros u otros usos. Es imprescindible colocar algún cacerolero y una pequeña zona de despensa.
El mobiliario debe permitir alojar también los pequeños electrodomésticos más usuales hoy en dia para que no haya nada sobre la encimera, utilizando incluso puertas coplanarias (cafeteras, exprimidores, licuadoras, batidoras, robots de cocina, etc…)
El fregadero debe ser de un solo seno, si se tiene lavaplatos o escurridor de platos en el mueble alto encima del mismo. Será de dos senos o seno con escurridor cuando no tenemos posibilidad de instalar un lavavajillas.